Evidencia en Aumento de que los Tratamientos con Láser Pueden Ayudar en la Prevención del Cáncer de Piel No Melanoma
El cáncer de piel no melanoma (NMSC, por sus siglas en inglés) afecta a más de 3 millones de estadounidenses anualmente, con 9,500 nuevos casos diagnosticados diariamente solo en EE.UU. La morbilidad y los costos asociados subrayan la necesidad de métodos de prevención ampliados.
Aunque los láseres se utilizan comúnmente en dermatología con fines estéticos, como el fotoenvejecimiento y las cicatrices, la evidencia emergente sugiere su potencial en la prevención del NMSC.
En un estudio innovador que arroja luz sobre las medidas preventivas contra el cáncer de piel no melanoma, los investigadores han revelado el potencial de tratamientos con láser sencillos como un escudo para la salud de la piel. Publicado por un equipo del Hospital General de Massachusetts, pionero en innovación en salud, el estudio presenta una estrategia directa para fortalecer la resiliencia de la piel de los individuos.
Los láseres fraccionados no ablativos (NAFL, por sus siglas en inglés), distinguidos por su entrega fraccionada de calor mientras conservan la integridad de la piel después del tratamiento, se han utilizado durante mucho tiempo para abordar diversas preocupaciones de la piel, como cicatrices, daños solares y manchas de edad. Sin embargo, su eficacia en la prevención del cáncer de piel seguía siendo esquiva.
Entra el Dr. Mathew Avram, liderando la carga en el Centro de Dermatología Láser y Cosmética del Mass General, junto con sus colegas. Su investigación se centra en pacientes con antecedentes de carcinoma de queratinocitos facial, un precursor común del carcinoma de células basales y el carcinoma de células escamosas, las dos formas más prevalentes de cáncer de piel en los Estados Unidos.
El estudio incluyó a 43 pacientes que recibieron terapia NAFL y a 52 pacientes de control que no la recibieron. Durante un extenso período de seguimiento, que promedió más de seis años, los resultados fueron claros: aquellos tratados con NAFL mostraron un riesgo significativamente reducido de desarrollo posterior de carcinoma de queratinocitos en comparación con sus contrapartes no tratadas.
Entre el grupo tratado con NAFL, solo el 20.9% experimentó una recurrencia de carcinoma de queratinocitos, en marcado contraste con la tasa de recurrencia del 40.4% entre el grupo no tratado. Incluso después de ajustar por edad, género y tipo de piel, el efecto protector de la terapia NAFL persistió, siendo los pacientes tratados 2.65 veces menos propensos a desarrollar nuevos carcinomas de queratinocitos.
Además, para aquellos desafortunados que enfrentaron una recurrencia, el tiempo hasta el desarrollo fue notablemente prolongado en los individuos tratados con NAFL, subrayando el potencial de la terapia con láser no solo para prevenir, sino también para retrasar el inicio de malignidades cutáneas.
El Dr. Avram subraya la importancia de estos hallazgos, enfatizando el prometedor papel del tratamiento NAFL en la protección contra los carcinomas de queratinocitos. Al aprovechar el poder de la tecnología láser, los individuos pueden proteger proactivamente su piel contra la amenaza del cáncer de piel no melanoma, marcando el inicio de una nueva era en la dermatología preventiva.
Con su simplicidad y eficacia, la terapia con láser fraccionado no ablativo se presenta como un rayo de esperanza en la lucha contra el cáncer de piel, ofreciendo una luz de esperanza para innumerables personas que buscan preservar su salud y bienestar cutáneo.
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